Hay muchas palabras para definir esta idea: constancia, tesón,
perseverancia, empeño, obstinación, terquedad, esfuerzo, tenacidad, testarudez,
porfía, entereza, firmeza, empeño, ahínco… pero finalmente l máxima es que “El
que la sigue la consigue”.
Lo cierto es que esta forma de actuar (ya sea por
probabilidad, por agotar la paciencia del prójimo o simplemente por que decidan
darnos una oportunidad) suelen dar sus frutos. Y no solo por el propio
resultado en sí mismo de obtener lo que buscamos, sino también porque al insistir
estamos creándonos una experiencia, estamos recorriendo un camino que nos
enriquecerá como personas.
Es cierto que este camino suele ser largo y duro, con muchas
paradas para descansar, pero esto nos ayuda a apreciar más lo que buscamos ya
que siempre es más sabroso el fruto que nosotros mismos criamos.
Lo mejor de este asunto es que es un secreto a voces que nos
negamos a creer y tendemos a buscar caminos fáciles, principalmente por
debilidad y pereza.
Pero bueno, ya conoces el secreto para llegar lejos. Pero ya
sabes, no se lo digas a nadie a no ser que quieras que triunfe…
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