domingo, 27 de mayo de 2012

Cortar por lo Sano





Esta expresión tiene claro origen médico y nos remite a una amputación de un miembro gangrenado o infectado, al que se le aplicaría la cirugía eliminando toda la parte enferma y parte de la sana para erradicar cualquier nueva expansión o brote de dicha infección. Por similitud, a esta acción de poner fin de manera tajante a una situación que resulta incómoda o difícil de soportar y  se refiere a erradicar lo malo en algo, proviene cuando se toman decisiones drásticas y se ataca un problema sin miramientos, con medidas extremas y sin consentir.

Hay muchas situaciones a lo largo de nuestra vida en las que debemos proceder sin consideración alguna para poner término a una situación que se prolonga indefinidamente y actuar en forma expeditiva para remediar males o conflictos, zanjar inconvenientes o dificultades.

Esta forma de actuar tan radical, a menudo nos librará de muchos quebraderos de cabeza y nos hará la vida un poco más fácil, ya que hay relaciones humanas que realmente son ponzoñosas y si nos andamos con medias tintas, acabamos totalmente envenenados. No se trata de un tema de egoísmo o de sencillo proceder, a menudo son decisiones muy duras y que cuestan mucho esfuerzo físico y emocional llevar a cabo, pero son sacrificios necesarios ya que si los problemas no se llegan a solucionar, pueden incluso interferir en nuestra salud física y mental.

Cuando debemos de actuar de esta forma tan insensible, despiadada y drástica, sin duda debemos apretar los dientes y acometer la situación con potencia y frialdad. No podemos dejarnos influir por las debilidades y los titubeos, que sin duda nos harán no realizar correctamente nuestra obligación para con nosotros mismos.

Siempre es preferible soportar un gran dolor de un certero y limpio golpe, que aguantar continuos sufrimientos agónicos producidos por el veneno de la cobardía y la debilidad.


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