miércoles, 23 de mayo de 2012

Sencillo y Simple





Dos palabras que pueden ser sinónimos y que a su vez pueden llegar a ser bastante contrarias. Que algo sea sencillo no implica que sea simple y el mismo caso se da al contrario, que algo sea simple no significa que sea sencillo por necesidad.

Sencillo se refiere además de a no tener dificultad, a las cosas que no tienen ornamento, cosas formadas por un solo elemento o por pocos, es algo natural y espontáneo que no busca la presunción, puede ser algo muy estudiado ya que trata de llegar a la esencia del tema, es el espíritu del minimalismo, las cosas sencillas suelen ser elegantes y directas, no se busca más que un significado directo y ahí reside su fuerza. Se desechan las complicaciones y los adornos superfluos para llegar fácilmente a nuestra comprensión, es la modestia del talento, la humildad en el ingenio.

Las cosas simples, por otra parte, son las que no llegan a más, son cosas sin propósito, no tiene esencia ni se detecta una razón en su composición. Es la vagancia compuesta en acción, el hacer por obligación. Las cosas simple no tienen un auténtico valor ni importancia, son absurdas y carentes de inteligencia. Es algo preparado de forma rápida y sin exquisiteces, es la mediocridad hecha obra.

Y cuando una obra se hace por sencillez o está hecha por simpleza, somos capaces de detectarlo casi al momento, se observa en su dedicación y autenticidad, en el esfuerzo realizado para concebir dicha obra. Sin duda tenemos que tener cuidado al calificar la obra ajena cuando utilizamos una de estas dos palabras.


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