En las antiguas leyendas del norte, existen unos seres
llamados “selkies”, se trataban de grandes focas que mudaban la piel para
convertirse en bellas y lacónicas mujeres, cuando se quitaban su abrigo
natural, las “selkies” debían esconderlo para que no lo encontrar ningún
hombre, ya que de ser así deberían de casarse con él. El hombre que encontrara
dicha piel, para evitar que su nueva esposa le abandonara por la llamada del
mar, debía a su vez volver a esconder la piel para que la “selkie” no la
encontrara. Los “selkies” masculinos en cambio son los responsables de crear
tormentas y hundir barcos por la caza indiscriminada de sus parientes las
focas.
Como totem, la foca es símbolo de protección por ser un
animal resistente al frío y duro clima del norte, de creatividad por ser
animales ingeniosos y juguetones, del equilibrio por ser animales que viven su
vida tanto en agua como en tierra y por ser capaces de la ira a la completa
calma y por último y más importante, son símbolo de las emociones y la voz
interna, debido a ser un animal muy sociable y que no posee oídos externos, esto
se supone que representan su afinidad con la voz interior.
Es una pena que estos animales tan graciosos y bonitos estén
en peligro de extinción, como tantas otras especies, gracias a la mano del
hombre.