El Tiempo es un Río de Tinta

El auténtico oro de la vida no es el dinero, ni el poder, ni la fuerza, ni siquiera el amor… Lo más valioso de nuestra vida es nuestro tiempo. Debemos utilizarlo sabiamente ya que es lo más limitado y precioso que posee un ser vivo. Debemos ser selectos e inteligentes al utilizar nuestro bien más valioso con las personas adecuadas y haciendo las cosas que realmente deseamos. No sabemos cuanto tiempo tenemos y por ello debemos ser sumamente cuidadosos con este sustancial elemento.


No por esto hago apología del Carpe Diem y de hacer locuras ya que la vida es corta y debemos ser conscientes de que se acaba, con esto quiero que seamos conscientes y consecuentes con nuestro tiempo, que lo utilicemos en cosas realmente importantes como es vivir y disfrutar de nuestra vida. Nunca está de más quitarnos una hora de sueño para pasarla con esas personas especiales que no sabes cuando volverás a ver, o aprovecharlas en ese trabajo y ese proyecto que tan felices nos hace y tanto nos llena. No es tiempo perdido el utilizarlo en crear una sociedad mejor, en ayudar a quien lo necesita realmente. Tenemos tiempo para hacerlo, y para hacerlo bien y sin prisas, para hacerlo con amor disfrutando de ello y haciendo que de suculentos frutos con el buen hacer.


El tiempo mal invertido es el que utilizamos en hacer cosas que no nos gustan, que no aportan nada a nadie y en especial al que utiliza su tiempo en ellas, el tiempo desperdiciado es ese que utilizamos con las personas equivocadas, el tiempo que malgastamos en complacer a personas a las que no interesamos más que como meros medios o herramientas para conseguir sus objetivos. El tiempo infértil es ese en el que por realizar algo sentimos desidia y aborrecimiento. Despilfarramos el tiempo cuando somos esclavos serviles del reloj y de sus tiranos.


No tengo tiempo para odiar a quienes me odian, no tengo tiempo para discutir con los que no me entienden, ni preocuparme por los que no les importo... pues estoy ocupado amando a quienes me aman, hablando con quienes me entienden y agradecido con quienes les importo. La vida es muy corta para desperdiciarla con gente vacía, sin principios ni valores.