Esta frase la escuchamos muchas veces a lo largo de nuestra
vida y probablemente la seguiremos escuchando más de lo que desearíamos.
Que frase más estúpida, ¿Cómo voy a andarme con mil ojos si como
mucho solo podemos tener dos que sean operativos? Y encima, aunque sean dos los
ojos que tenemos, solo pueden enfocar correctamente un objeto cada vez ya que
no somos camaleones.
Cuando nos dicen esta frase, suele ir acompañada por más
connotaciones negativas de las que nuestro interlocutor está dispuesto a
admitir, puede llegar a ser desde una amenaza velada, hasta una advertencia con
la intención de desanimarte para que desistas en tus intentos de lograr tus
metas. Sea como fuere, la persona que nos dice estas palabras no nos suele
querer bien o como debería de querernos, ya que si nos quiere bien, nos animará
a realizar las proezas más inverosímiles que seamos capaces de soñar y si no lo
logramos, no estará ahí para decirnos: “te lo dije”, estará ahí para
preguntarnos “¿estás bien? ¿Quieres seguir intentándolo? Es muy difícil la
tarea pero confío en ti y estaré a tu lado hagas lo que hagas”, pero estas palabras son muy difíciles de
pronunciar para las personas que no nos aprecian realmente, ya que se atascan
gravemente en la garganta probablemente por culpa de alguna glándula destiladora
de veneno alojada cerca de la faringe.
Que nadie te quite las ganas de cumplir tus sueños, si te
dicen que vayas con mil ojos, ponte gafas de sol para que no te deslumbren con
su condescendencia.
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