martes, 10 de abril de 2012

Cabeza a bajo





En ocasiones parece que el mundo se ha dado la vuelta, miramos a nuestro alrededor y los valores parecen cambiar de un día para otro. Lo que un día nos enseñaron como actos loables y dignos de alabanza, algunos días parecen carentes de valor y de lo más triviales y por otro lado justamente al contrario, los actos que de niños nos enseñaron que eran denigrantes y faltos de moral de un día para otro se elogian como grandes proezas, actos de inteligencia o incluso reclamo de derechos inalienables.

Asomas la cabeza y te encuentras el mundo al revés, estás en el polo antártico y no has podido asimilar el giro de las circunstancias, el clima, ni a las nuevas costumbres. Pero tú sigues con tus raíces bien arraigadas en la educación que aprendiste, en valores basados en la equidad, la justicia, la solidaridad, la franqueza y el honor, una rara joya muy poco apreciada por los demás, apenas usada en general y muy importante para tu propia alma. No hay porqué preocuparse, el tiempo pone a todas las personas en su sitio por sus acciones y no por su vana palabrería. Las modas y el tiempo en general tiene una tendencia pendular, aunque en algún momento te parezca estar fuera de su rango, tarde o temprano tu mundo volverá a tener el suelo bajo los pies y el cielo sobre tu cabeza, más allá de los cambios temporales, siempre estarán férreos e inamovibles los ideales sobre los que se han cimentado las mejores sociedades y aunque algunas personas para sacar provecho de la confusión, la tergiversación y la ambigüedad de sus palabras, nosotros (como pregona un lema bastante extendido últimamente) “No olvidamos”.


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