miércoles, 11 de abril de 2012

Bultos





Han existido durante toda la historia humana, personas que han conquistado todo el suelo que pisaban, que enaltecían y capturaban los corazones de sus semejantes, que nos hacían aspirar a ser superiores, personas creadoras y emprendedoras que aportaban un nuevo sentido a la existencia, inventores de sueños, pescadores de hombres que te concienciaban sobre tu sitio en el universo, personas que contribuyen a hacer un mundo mejor y más agradable donde vivir… bien, pues de las personas que hoy voy a hablar, son todo lo contrario.

De ningún modo me refiero a seres destructivos o que hacen por empeorar la existencia de la raza humana, todo eso lleva un esfuerzo y aporta algo aunque sea negativo. Hablo de seres totalmente contrarios a la acción, las personas que no hacen nada, me refiero a las personas que solo son parásitos de la sociedad, personas que no se moverían aunque una manada de rinocerontes desbocados fuera a atropellarlos, personas que su única misión en la vida es estar. Hablo de los bultos, gente que no aporta nada a la existencia, ni social, ni filosófica, ni creativa, ni productiva, ni personalmente. Son gente que básicamente son bolas de carne con ojos, muebles que respiran, hongos de tamaño humano… Nunca aportarán nada relevante a una conversación, nunca te harán reír porque su chispa se encuentra en algún oscuro lugar del universo perdido junto a sus ganas de hacer cosas, nunca tomarán la iniciativa para hacer algo que no sea quejarse, dar una visión crítica, nefasta, catastrofista y negativa de un suceso (esto solo si son bultos nerviosos e hiperactivos), comer o dormir. Gente desprovista de entusiasmo, amor propio, carácter, personalidad, temperamento, imaginación y temple. Razonar con ellos es como intentar hacer que un geranio cante por bulerias, te mirarán con ojos bovinos y se resignarán a seguir rumiando y regocijándose en su mediocridad.

Quizás alguien consiga en algún lugar del universo una cura para esta plaga, y consigan al menos insuflarles a estos entes algo de fuerza de voluntad a sus deprimentes razones de existencia, pero lo cierto es que no he observado que ninguna cosa motive a este tipo de gente a ponerse en acción en algo que los saque de su estática forma de vida. Si te sientes aludido por estas palabras, identificado con esta descripción o simplemente tu autoestima es realmente baja y piensas que eres de esta raza de gente, ya sabes tu remedio: mueve el culo, haz algo e intenta hacerlo con una sonrisa en el rostro.


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